
La eyaculación precoz es, en el ámbito sexual, lo que la calvicie es en el ámbito estético: la cruz que muchos hombres se esfuerzan por disimilar o negar, siendo el causante además de un importante problema de inseguridad y autoestima.
Pero ¿cuándo estamos hablando realmente de un problema de eyaculación precoz?, ¿existe un tiempo mínimo para que un hombre considere que tiene este problema? Dada la complejidad del tema, vamos a tratar de arrojar un poco de luz en este post.
Eyaculación precoz, abórdala con sensatez
La llamada “masculinidad tóxica” ha hecho estragos en el orgullo masculino impidiendo que los hombres aborden con naturalidad ciertos aspectos como el tamaño del pene, sufrir un gatillazo o ser eyaculador precoz.
El complejo o la vergüenza que les ocasiona sufrir alguno de estos problemas, los lleva a negar la realidad en vez de abordarla de manera sana y madura, algo que sin duda podría poner fin al problema que tanto les agobia.
En el caso de la eyaculación precoz es importante partir de una premisa: si esta no impide disfrutar de unas relaciones sexuales plenas y satisfactorias, el problema no es tanto como pudiera parecer y, en ningún caso, debería convertirse en una obsesión para la persona que la padece.
Si por el contrario, esta eyaculación temprana impide mantener relaciones sexuales plenas, en las que la pareja no disfruta o en las que el acto se convierte en un motivo de estrés y frustración, es hora de abordar el problema con sensatez y acudir a un especialista antes de que desemboque en problemas de autoestima e inseguridades.
¿Existen unos tiempos para poder hablar de eyaculación precoz?
En términos generales, se habla de eyaculación precoz cuando un hombre no consigue controlar o retrasar su eyaculación, lo que acarrea una sensación de insatisfacción, frustración y angustia al sentirse incapaz de satisfacer plenamente a su pareja.
¿Existe un tiempo mínimo por debajo del cual quien eyacula se puede considerar que lo hace precozmente? Pues aunque esto es algo relativo, ya que depende de muchos aspectos, se suele considerar eyaculación precoz cuando, tras un tiempo de coito inferior a 60 – 75 segundos, la persona alcanza su clímax. También se considera eyaculación precoz cuando una persona pierde siempre el control sobre el momento en el que llega al orgasmo y eyacula.
Como decíamos, no se trata de practicar sexo con un cronómetro en la mano. Los juegos, las caricias, el sexo oral, la presencia de juguetes que estimulan las zonas erógenas… pueden generar más orgasmos que la penetración, de ahí que siempre es necesario realizar una valoración de la práctica sexual en conjunto. Y si esta realmente se ve resentida por la eyaculación precoz de uno de sus miembros, tratarlo. Pero siempre sin dramas, desde la comprensión y desde la paciencia ya que el agobio y la presión son las peores aliadas en estos casos.
Si tu pareja tiene este problema, háblale con amabilidad, réstale importancia o también puedes proponerle probar un gel retardante de la eyaculación. Como te explicamos ya en este post, son muy sencillos de utilizar y pueden ser una gran ayuda cuando se trata de algo puntual.