
¿Te imaginas tener un orgasmo en una comida familiar? ¿O cuándo estás en la cola del supermercado haciendo la compra del día con tu pareja? Dicho así quizás te pueda parecer un poco descabellado pero ¿por qué no salir de la rutina de vez en cuando?
Hoy te planteamos llevar los orgasmos fuera de tu cama y vivirlos en momentos del día en los que habitualmente no tendrías esta experiencia. ¿Cómo? A través de estos tres juegos que hoy te explicamos. Te advertimos que requieren de vibradores con control remoto como los que puedes encontrar en la sección de masturbadores femeninos de nuestros sex shops. ¡Empezamos!
¡Alerta: coche verde!
Verde o amarillo, o naranja, o morado. De lo que se trata es que salgáis de casa juntos y tú lleves un vibrador clitoriano con control remoto dentro de tu ropa interior y colocado en posición, algo que ya de por sí generará un estado de excitación por el hecho de llevarlo, tanto a ti como a tu pareja.
Y ahora empieza el juego: cada vez que tu pareja vea un coche verde (o de otro color acordado pero que no sea tan usual como el blanco, el negro o el rojo) pulsará el control remoto para activar las vibraciones que estimularán tu clítoris allí donde estéis. ¿Cuándo parará? Pues cuando dejéis de ver el coche o cuando pase un tiempo prudencial para no ponerte en un aprieto importante.
La palabra prohibida
Es viernes tarde. Habéis quedado con vuestro grupo de amigos pero a los dos os apetece tener más complicidad de la buena. Para ello habéis decidido jugar a un juego picarón que seguro os hará llegar a casa como motos.
El juego es muy sencillo: acordáis una palabra prohibida y, cada vez que esa palabra sea pronunciada por alguno de vuestros amigos en la conversación que surja, tu chico pulsará el mando a distancia de tus bolas chinas vibradoras. ¡A ver cómo disimulas la cara de risa y excitación que seguro se te pone a partes iguales!
La yincana sexual
Vamos a subir el nivel mediante un juego más atrevido: que tu pareja accione un juguete para estimularte mientras ambos interactúais con otras personas que, obviamente, no deben notarlo.
Acudid juntos a una tienda, a una oficina de información o al transporte público y allí, la persona que lleva el vibrador en su ropa interior tiene que realizar alguna pregunta que provoque interacción mientras el otro estará pulsando el control remoto. La persona que “padece” la vibración deberá seguir actuando como si no pasara nada, algo que probablemente sea más difícil por saber que la pareja está al lado aguantando sus ganas de reírse.
¿Qué te parecen estos jueguecitos en pareja? Si te apetece poner un poco de picante y emoción a vuestra vida sexual, te recomendamos probarlos. Visita la sección de Sweet Sin de masturbadores femeninos y elige el masturbador con control remoto que mejor encaja en vuestros gustos y¡ al lío!